Ibáñez notaba su rostro calentarse.
-¡¡¡Vázquez!!!!
-A sus órdenes, mi capitán –escuchó a sus espaldas lo que hizo que diera un pequeño paso hacia atrás por la sorpresa.
-¿Quién le envió la información sobre los fugitivos y su ubicación?
-Fue una llamada anónima señor. Alguien dijo que les había reconocido y les había visto dirigirse hacia el castillo.
-¿Y no lo comprobó?
-Cuando quisimos ponernos en contacto con el castillo ya era tarde. Los zombis se habían hecho con el control y no hubo modo de verificar la información. Quién sabe, a lo mejor fueron ellos los que lo provocaron.
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