-Seguro que fue uno de ustedes –dijo desafiante Ibáñez.
-Claro, porque nosotros vamos por ahí disparando a civiles sin excusa alguna –respondió igual de desafiante el comisario posando su mirada en el cadáver ante sus pies.
-Comisario, tranquilo, que se pierde –le advirtió Vázquez en voz baja.
-¿Y dónde está ahora ese supuesto científico? Seguro que está muerto, casualmente.
.
Deja un comentario
No hay comentarios aún.
Deja una respuesta