10 de febrero de 2010
Las cosas no han mejorado mucho. Más bien han ido a peor, sigo con fiebre y ahora me paso todo vomitando el día sin parar cada vez que tomo algo sólido así que estoy soltando bilis constantemente y no paro de ir al baño.
El Mateo ha vuelto al piso del que bajó para ver si tenían medicinas y traer víveres perecederos. Me ha dicho que si la cosa no mejora saldrá a la calle y se tratará de colar en la farmacia de la esquina.
Por lo visto ha estado probando varios números de la finca pero nadie le coge el teléfono. Lo cierto es que en algunos pisos se escuchaba el timbre del teléfono y en otros no así que… hemos puesto un interrogante. Entre visita y visita, le he comentado que si alguna vez necesitamos distraer a los zombis podríamos usar el sonido del teléfono para ello. Por lo que dicen los documentales los bichos esos reaccionan ante los sonidos repentinos así que…
El comentario de Mateo ha sido muy gracioso. Me ha dicho que desde que tengo fiebre pienso mejor. Para partirle la cara si no fuera porque no tengo fuerzas.
Me paso el día tiritando a pesar de tener la calefacción encendida y un par de mantas encima de mí. Maldito momento para ponerme enfermo.
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