El entrenamiento consistía habitualmente en patrullar por las calles de la ciudad o limpiar edificios. Al principio los soldados siempre iban con sumo cuidado y siguiendo al pie de la letra las instrucciones que se les habían dado para esos casos, pero con el paso del tiempo en una ciudad su guardia bajaba y comenzaban a relajarse pensando que en realidad los zombis no eran una amenaza real… y era entonces cuando cometían algún error y toda una unidad era borrada del mapa y pasaba a formar parte del ejército de muertos.
Por supuesto esas acciones eran filmadas y luego mostradas al resto de soldados para que aprendieran que un error, un instante de duda, podría representar la muerte de todos ls componentes del grupo.
Esas primeras incursiones también mostraron al Alto Mando que debían ir rotando regularmente las unidades en las ciudades para que no se relajaran, hacer que estuvieran en alerta constantemente hasta que comenzaron los casos de suicidios por depresión o ansiedad o peor aún, un soldado que perdía la cabeza y comenzaba a ver zombis por todas partes… en medio del campamento.
Deja un comentario
No hay comentarios aún.
Deja una respuesta