-¿Cuáles son las lecturas de radiación? –Preguntó preocupado acercándose a otro científico que estaba estudiando los instrumentos y los datos que les llegaban.
-Dentro de los parámetros esperados –respondió éste- Se está expandiendo con bastante rapidez pero por ahora no sobrepasa los límites. Deberemos esperar algún tiempo para ver cómo se disipa.
Putin asintió. Lo cierto era que una de las ventajas de ese tipo de bombas era que la radiación se expandía con mucha rapidez, suficientemente intensa para acabar con seres humanos protegidos incluso con trajes anti-radiación pero que se disipaba de forma más rápida que la radiación producida por una bomba atómica.
Ahora sólo quedaba esperar que no hubiera ningún accidente inesperado y estudiar los datos para poder perfeccionar el método y aplicarlo de nuevo a lo largo y ancho de Asia para acabar con la amenaza que se cernía sobre la Unión Soviética si se olvidaban de ella como parecían pretender hacer los europeos y los americanos con sus continentes vecinos pobres.