-Creía que usted era el más interesado en que este experimento se llevara a cabo –respondió el militar- Debería apoyarnos. Es hora de que tengamos un cambio de líder. Alguien más fuerte y decidido que piense primero en nuestro bienestar y no en el de lo que dirán otros países.
-No somos una república banananera en la que tomamos el poder a punta de pistola –señaló Putin- Eso lo dejamos atrás hace mucho tiempo. Pero si puedo señalar algo, camarada Premier, creo que se equivoca en su asunción.
-¿A qué se refiere?
-A que el mundo sabrá lo que hemos hecho. ¿De verdad cree que al mundo le importa lo que hagamos en un sitio tan apartado? Los Estados Unidos todavía están reconquistando sus ciudades más grandes. Europa está sumida en el caos, y nuestra información indica que se preparan para, de alguna manera, separarse de sus vecinos más pobres América del Sur y África.
-Sí, he leído esos informes, pero igualmente…
-Existen dos escenarios: Tenemos éxito y descubrimos un nuevo método de acabar de forma masiva con los zombis respetando las infraestructuras o dejamos la zona irradiada durante un tiempo indefinido. De cualquier manera el escenario elegido está muy alejado de nosotros o de cualquier país aliado o que haya sobrevivido.
-¿Pero qué pasará con los zombis radioactivos?
Deja un comentario
No hay comentarios aún.
Deja una respuesta