Jornada 02 Soviets (17)



La precisión de los militares fue absoluta y en unas semanas la Unión Soviética se había separado casi literalmente del resto del mundo, consiguiendo virtualmente que los zombis no pudieran entrar en su territorio. Por supuesto no era una solución perfecta y después de la destrucción los ingenieros militares tuvieron que revisar por tierra y por aire los canales para señalar dónde era necesario tirar más bombas y dónde colocar las torres de vigilancia. También las rutas de las patrullas que recorrerían los soldados a pie y en vehículos. Eso hacía que se tuviera que estudiar el terreno por posibles desprendimientos y marcar distancias de seguridad.

Una vez construida esa nueva barrera sólo quedaba centrarse en reforzar el Muro de Berlín. Por razones políticas se decidió en que sería mejor no anexionarse la ciudad por completo… como muestra de buena voluntad de cara al futuro.

Con el paso de los meses los zombis trataron con muy poco éxito de acceder al terreno soviético. Esporádicamente, algún corrimiento de tierra debido a las lluvias provocaba que grupos esporádicos de no-muertos cruzara al otro lado, pero cuando se daba la alerta eran exterminados sin contemplación y sus cadáveres quemados como los científicos habían estipulado.