El invierno en Alemania no fue tan duro como en la Madre Patria. Lo que hizo que la mayoría de zombis sobrevivieran sin problemas. Pero la buena noticia era que la mayoría de zombis en los alrededores de las ciudades soviéticas habían sido destruidos por el general invierno, el enemigo que había impedido a las fuerzas napoleónicas y nazis conquistar el país. Pero eso hacía que ahora Berlín fuera más importante todavía. Ahora había que impedir que los zombis se colaran en la Unión Soviética mientras se hacía limpieza; claro que, también estaba el frente oriental. Asia era un peligro real, cientos de millones de zombis sin nada que hacer y sólo un sitio al que ir.
Las noticias que habían llegado de China, India y Pakistán eran desoladoras. Casi toda la población se había transformado en zombis y ahora amenazaban con cruzar las fronteras soviéticas. Y lo que se sabía de África tampoco era nada bueno. La Unión Soviética estaba rodeada de zombis. Y desde Moscú se decidió que se debía aislar lo más posible del resto del mundo por lo que se diseñó un plan que iba a cambiar la faz de la tierra.
Si había algo claro es que los zombis tenían problemas a la hora de enfrentarse a la orografía del terreno. No podían atravesar ríos o escalar montañas así que se estudió el terreno para tratar de construir una frontera natural contra los zombis mediante el desvío y la creación de nuevos caudales de agua y la construcción de montañas artificiales. Era un plan que sería imposible completar en meses o años, serían necesarias décadas para construir una frontera natural de ese estilo por lo que se estudió las zonas que serían más sencillas de modificar a corto plazo y se comenzó a trabajar mandando decenas de miles de personas y efectivos del ejército para protegerles.