3 de septiembre
Hola Adam,
Como te prometí aquí tienes mi primera carta. Y tengo que confesarte que es algo de lo más complicado, no sabía que era tan difícil hacer algo así. Cuando le pregunté a mi madre si había alguna manera de hablar con alguien que no tenía ni teléfono ni Internet me sonrió de una forma un tanto extraña y luego me llevó de compras.
Mientras paseábamos me estuvo contando que hubo un tiempo en el que no existía la tecnología actual y la gente se enviaba cartas, ¿te lo puedes creer? Tenías que escribir algo con un lápiz y un papel y luego dárselo a un desconocido cuyo trabajo era llevarlo a la otra persona. ¡Y no siempre llegaban! Por lo visto había bandidos o algo así que robaban las cartas y mataban a los mensajeros (aunque eso último me dice mi padre que viene de muchísimo antes). El motivo para hacer eso era porque también era el único modo de enviar cosas muy valiosas como ¿títulos de propiedad? Creo que lo he escrito bien.
Bueno, espero que el cartero (que así se llaman los que recogen y entregan las cartas) sepa dónde vives porque no sé tu dirección, ¿te lo puedes creer? Qué complicado es todo esto.
Pero bueno, espero que este experimento funcione. Por cierto, perdona por la escritura a mano pero mi madre no me ha dejado escribir esto con el ordenador, imprimirlo y luego meterlo en un sobre, ya que dice que si mandas una carta debes hacerlo bien… o no hacerlo.
Bien, espero que esto te llegue y no tardes mucho en escribir de vuelta… y que no se coma ningún zombi la carta… es un chiste ya te lo contaré otro día.
Eve
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