Marcó el número de Gerald pero todo lo que obtuvo era la señal de comunicando. Miró la pantalla del móvil cuya señal de cobertura indicaba que no tenía. A lo mejor no funcionaba dentro del portaviones rodeado de todo aquel metal y tenía que salir a la cubierta. Eso iba a ser un problema. A lo lejos comenzó a escuchar disparos. No podía ser. ¿Estarían disparando a su compañero muerto? Pero era ridículo. Entonces pensó en la radio que llevaba el muerto y la cogió para escuchar qué estaba pasando a bordo. Y antes de volver a ocultarse disparó su pistola en la cabeza del soldado muerto por si acaso.
Comenzó a escuchar informes de soldados que se transformaban en zombis de repente y sin previo aviso y de cómo al matar a sus compañeros estos se levantaban enseguida transformados. ¿Cómo podía ser? Era imposible, se repetía una y otra vez Mara mientras se escondía en un camarote vacío y pensaba qué hacer. Creía que tendría algo más de tiempo pero parecía que el maldito Doc había encontrado una manera de acelerar el proceso de zombificación.
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