Jornada 10. El final del principio (Remix) (009)


-Después de aquello… pasaste a un segundo plano –dijo Mara- Mi intención era acabar con la vida de ese ser inmundo. Pero cuando Gerald se enteró y estudió mi… objetivo… se negó. Dijo que podría utilizarle para sus empresas. Por supuesto yo me negué. Quería verle muerto. Pero él amenazó con dejar de ayudarme si no cedía. El trato fue que él lo emplearía para sus investigaciones y cuando no tuviera más utilidad… yo podría disponer de él. Y eso iba a hacer. Sí, había rumores que indicaban que podías estar aquí. Pero no era seguro. El que estaría pasando sus vacaciones seguro era ese malnacido. Pero antes de que pudiera acabar con él… apareciste tú.

-¿Y por qué decidiste matarme? –Preguntó Doc con curiosidad.

-Porque él no se movería de la isla en un tiempo mientras que tú… no estarías demasiado en la zona por motivos de seguridad. Una vez hubiera acabado contigo… él iba a ser el siguiente.

-Tu historia no tiene sentido –dijo Doc moviendo la mano de forma teatral- Seguramente sabías que no saldrías viva de aquí. Era una misión suicida. No tendrías escapatoria. ¿Qué sentido tendría?

-Marcar la diferencia. Dejar un mundo mejor a mi muerte sin un peligro mortal como tú.

Doc miró de forma sospechosa a Mara… Sabía que Mara era una idealista… pero aquello… había algo más; el modo en que había dicho esa última frase, como si fuera nostálgico… En su cabeza había algo rondándole, un recuerdo, en el fondo, que quería salir… pero que no conseguía acabar de coger. El relato tenía cierto sentido, pero también podría estar mintiendo. No tenía información suficiente para… información. ¡Eso era! Se giró y cogió el ratón y comenzó a navegar entre las ventanas del escritorio del ordenador. ¿Dónde estaba ese maldito fichero? Tras unos interminables minutos de búsqueda encontró el archivo de video que buscaba. Era el que les había permitido identificar a Mara mediante un programa de identificación facial. Un fragmento de noticias locales de un incidente con unos zombis en los que veía en segundo plano a la terrorista. Pero algo le había llamado la atención… también estaba el gordo seboso de Gerald… acompañado de unos niños pequeños. No podía ser… Miró en otra pantalla la escena de sexo que tantas veces había estudiado y que ahora veía con ojos nuevos. No podía ser, no habían usado protección, la había dejado embarazada… por eso la misión suicida para acabar con él.

Jornada 10. El final del principio (Remix) (008)


-No tiene sentido –dijo Doc- ¿Por qué ibas a estar aquí sino fuera para verte con tu amante?

-¡Iba a matarle! –gritó Mara fuera de sí- Tú sólo eras un regalo con el que me encontré.

-Pero eso no tiene sentido –respondió Doc furioso- Ese hombre trabaja para tu amigo, Gerald, él le protegía de mi venganza… hasta ahora.

-Porque tenía una utilidad para él. Pero ahora que ya le ha sacado todo el jugo… fue parte del trato –dijo Mara sollozando y rabiosa.

Doc nunca la había visto así. Tan… derrotada. Después de toda la tortura a la que la había sometido no había conseguido romperla… hasta ahora. Sabía que debía ignorar todo aquello. No era relevante. Pero… su mente inquisitoria le obligaba a investigar aquello.

-¿Qué trato? ¿De qué estás hablando? –Doc se sentó en una silla delante de los monitores y se giró hacia Mara para dar comienzo a su interrogatorio particular.

Jornada 10. El final del principio (Remix) (007)


-Pareces bastante incómoda…muy pudorosa incluso… -dijo Doc sin tratar de ocultar su sorpresa y con una sonrisa maliciosa.

-Ese cabrón me violó –gritó Mara en cuanto le quitaron la mordaza- Quita inmediatamente esas imágenes o sufrirás las consecuencias. Te mataré lentamente y haciéndote sufrir lo indecible.

Doc se quedó mudo al escuchar esa advertencia. Nunca había visto a Mara tan fuera de sí… La ignoró y estudió con más detalle las imágenes en las que se veía ahora a Mara desnudándose. ¿Podría ser cierto lo que estaba diciendo? Sabía de la fama de mujeriego de Marc pero no se le había pasado por la cabeza esa posibilidad a la que apuntaba la mujer… pero… también era cierto que al ver esas imágenes se había sorprendido de lo poco profesional del comportamiento de esa terrorista. En medio de una infiltración para asesinarle… se dejaba seducir por un científico con el que no había tenido contacto alguno por lo que había podido averiguar después de ver el video… Observó las lecturas de los monitores… con la cantidad de drogas y experimentos no podía estar seguro si eran de fiar.

-Mientes –dijo Doc finalmente- Sólo tratas de descolocarme y hacer que tenga compasión de ti… No te servirá. En las imágenes se ve claramente cómo estás disfrutando de ello. Para nada parece que te fuercen.

-El mal nacido me drogó. Me inyectó algo –gritó de nuevo Mara fuera de sí- ¿O te crees que me hubiera follado a un desconocido cuando estabas tan cerca? Además, ¿no recuerdas que te tenía esa noche en mi punto de mira? ¿Cuándo me has visto fallar?

Doc guardó silencio de nuevo y volvió a mirar las imágenes que se mostraban. Recordaba aquella noche. Y era cierto que había sobrevivido de milagro… realmente había pasado muchas noches en vela pensando en cómo podía seguir vivo… Pero no parecía haber juego sucio… claro que las imágenes no eran todo lo claras posible para comprobar esa teoría… era cierto que en ese laboratorio según recordaba había drogas especiales… pero…

Jornada 10. El final del principio (Remix) (006)


-Tal vez te estés preguntando si el haber elegido esta isla tiene algún significado especial –dijo Doc tirando la cápsula a la basura- Así que como tenemos tiempo hasta que comience con el procedimiento… te revelaré un par de secretos que te llevarás a la tumba.

Doc volvió a reírse de su comentario, aparentemente, gracioso.

-Puede que no lo sepas, pero de esta isla es originario Marc del Castillo… -hizo una pausa- ¿Te suena el nombre? Veo por tu mirada que así es… bien, bien… ¿Cómo no ibas a conocer a tu amante?

Unas imágenes comenzaron a mostrarse en las pantallas. Era el interior de un laboratorio. Mara reconoció enseguida el lugar y comenzó a agitarse lo que las correas le permitían

-Veo que lo recuerdas. Imagina mi sorpresa cuando me encontré con estas imágenes… después de que trataras de matarme en aquella base… simplemente estaba tratando de averiguar cómo mejorar los sistemas de seguridad… por supuesto tu amigo Gerald trató de eliminar todas las imágenes pero… los técnicos consiguieron recuperar parte de lo sucedido.. Y la sorpresa que me llevé fue… no tengo palabras para expresarlo. Imagínate, yo sin poder explicar algo… Surrealista.

En las imágenes se mostraba cómo Mara y alguien con una bata blanca estaban ocultos bajo una mesa mientras se ocultaban de otras personas que habían entrado en el laboratorio. Mara puso más fuerza e ímpetu en tratar de liberarse de la mesa ante la sorpresa de Doc que no esperaba una reacción tan fiera por parte de su paciente. Indicó a un ayudante que le quitara la mordaza.

Jornada 10. El final del principio (Remix) (005)


Accedió a otro video.

-Éste fue otro caso fascinante. Su cuerpo se fue rompiendo en pedazos. Tengo la teoría de que tenía algo que ver con sus huesos y los cartílagos… pero bueno… creo que su autopsia no te interesaría. Creo que el virus y el antivirus se dedicaron a reclutar todos los recursos que pudieron del cuerpo y los huesos… bueno… no lo resistieron.

Otro video se comenzó a reproducir.

-Ah… el ‘vampiro’… Con este paciente todo pareció ir normal, hasta que la luz… le disolvió… el virus convirtió prácticamente su cuerpo en polvo. Hizo desaparecer todo el agua de su cuerpo. Se lo bebió literalmente, podríamos decir. No hubo llamas ni tenía colmillos… ni bebía sangre así que… podría haber dicho que era una momia… aunque tampoco tenía vendajes… Lo peor de todo es que no pude volver a reproducir el incidente… y mira que lo intenté.

Doc soltó una carcajada encontrando gracioso su propio comentario. Mara notó de nuevo cómo las fuerzas le fallaban y su conciencia caía en la oscuridad. El científico se dio cuenta de que Mara estaba inconsciente. No, no, no, eso no era correcto. Cogió unas sales y se las aplicó en la nariz. Enseguida los ojos de su paciente se abrieron lentamente. Eso era, durante unos segundos sus ojos mostraban la falsa esperanza de que todo hubiera sido un sueño. Pero no, no lo era… y cuando volvía a la realidad la mirada cambiaba. Pero seguía sin parecer derrotada. Daba igual.

Jornada 10. El final del principio (Remix) (004)


Doc encendió un monitor y lo movió de manera que Mara pudiera verlo. Comenzó a poner una serie de videos mientras los iba comentando.

-A este paciente el virus le salió por todos los poros del cuerpo, muy desagradable la verdad. Había visto los efectos que provocaba el Ébola pero te aseguro que el espectáculo es mucho peor… como puedes observar. El paciente estuvo así unas seis horas más o menos. Fue un caso fascinante. Debe de ser doloroso sentir cómo tus fluidos te abandonaban por los poros de tu cuerpo por los que habitualmente sólo sale el sudor… pero el paciente no pudo explicarme con detalle los detalles. Estaba demasiado ocupado retorciéndose y suplicando ayuda. Una lástima. Hubiera sido interesante obtener su punto de vista.

Cambió el video.

-A este otro paciente le explotó la cabeza. Simplemente. Fue uno de nuestros primeros experimentos jugando también con el cerebro… en fin, no lo aguantó. Por suerte no tuve que ser yo el que limpiara todo aquel estropicio. Pero si algo aprendimos fue a usar máscaras más protectoras y a usar uniformes completos y no parciales. La teoría en la que trabajé fue que el cerebro explotó debido a las órdenes contradictorias que recibía y a la velocidad de las mismas así como el intercambio de información que se producía. Sólo le faltó sacar humo antes de que explotara… lo cual hubiera servido de ayuda para que nos alejáramos antes de que pasara.

Jornada 10. El final del principio (Remix) (003)


-Creo que te contaré el próximo experimento –siguió hablando Doc en unos de sus continuos monólogos- Por norma general morirás, pero bueno… ¿eso te gustaría no? ¿Morir? Tranquila haré todo lo posible para impedirlo. Verás, hasta ahora hemos tratado de encontrar una vacuna contra la zombificación. El problema es que está en nuestros genes y muta y se multiplica a velocidades increíbles. Pero aun así hemos conseguido algunos éxitos como retrasar la mutación algunos minutos. Y contigo vamos a probar un coctel nuevo mientras sustituimos tu sangre y el resto de fluidos de tu cuerpo por el virus zombi puro.

Los ojos de Mara se abrieron completamente tras escuchar la última locura del científico.

-Estoy tratando de engañar al cuerpo del paciente para que acepte el virus como algo natural… y lo cree de forma natural como hace con la sangre, por ejemplo –le explicó Doc- Lo cierto es que será un proceso muy, pero que muy doloroso. No sólo notarás cómo el torrente sanguíneo de tu cuerpo cambia radicalmente de forma continua. También accederemos a tu cerebro, a tu espina dorsal… Por supuesto no bastará una sola transfusión, ni será cosa de un día, así que… tendrás que ser paciente.

A pesar de todo lo que había visto y pasado a Mara le costaba creer lo que estaba escuchando. Y el tono de Doc, como si estuviera comentando algo tan normal como una apendicitis…

-Si quieres puedo darte falsas esperanzas sobre lo que le pasó a otros pacientes con los que probamos estas técnicas con anterioridad. Aunque la verdad no es agradable. Como puedes imaginar el virus zombi puro es algo así como inyectarte heroína pura. Y si además tratamos de retrasar sus efectos con antivirus pues… tienden a pasar cosas desagradables.

Jornada 10. El final del principio (Remix) (002)


Doc le había sometido a todo tipo de experimentos. Seguramente innecesarios. La venganza por todos aquellos años que había ido detrás de él ahora se los estaba haciendo pagar de esa forma tan dolorosamente científica.

-Si te sirve de algo, no voy a matarte… bueno… -Doc soltó una carcajada sonora que resonó por toda la sala- Vas a morir, seguramente. Nadie ha resistido a lo que te voy a someter. Pero quién sabe… a lo mejor nos das a todos una sorpresa y sobrevives. Vas a ser mi conejillo de indias todo el tiempo que pueda permitírmelo.

Mara perdía el sentido del tiempo continuamente, no sabía el tiempo que la dejaban inconsciente, o durmiendo; la alimentaban por vía intravenosa y de vez en cuando alguien aparecía para darle masajes o moverle las distintas partes del cuerpo. Doc la quería en forma y no con el cuerpo atrofiado. Pero si había algo que odiaba eran los continuos monólogos del científico. Eran peor que los experimentos, tener que escuchar el sonido de su voz una y otra vez sin parar. Como si fuera una grabación. Pero no era así. ¿De dónde sacaba ese loco esa verborrea y habilidad para hablar continuamente?

Jornada 10. El final del principio (Remix) (001)


Doc terminó de introducir datos en el ordenador. Lo cierto era que las instalaciones que los norteamericanos le habían proporcionado en el portaaviones eran impresionantes.

Era cierto que había tenido que hacer una especie de lista de la compra e indicarles a cada paso cómo hacer las cosas, pero no se habían quejado en exceso e incluso le habían ayudado a montar la trampa para capturar a Mara, que ahora se encontraba indefensa maniatada. Aunque nunca se podía estar del todo seguro con ella. Había pensado en ponerle un chip junto a un pequeño explosivo en la cabeza, pero al parecer eso era demasiado peliculero e imposible en la vida real. Además… podría explotar por accidente y tampoco era cuestión de ir jugando con la vida del paciente de esa manera. Sonrió ante la ironía. Se levantó y se acercó a la mesa de operaciones.

-Es una lástima que todo tenga que acabar así –dijo Doc mientras revisaba sus notas-. Tenía tantos planes para ti. Claro que seguro que tú lo llamarías tortura, pero has de entender que la ciencia requiere de sacrificios.

Mara permanecía atada a la mesa de operaciones con la boca tapada. Había decidido dejar de resistirse y tratar de escapar. No quería darle la satisfacción a Doc de verla tratar de librarse de sus ataduras. Resistía como podía el dolor, y gracias a la mordaza no tenía que tratar de ahogar los gritos. Lo peor era que cada vez que se desmayaba por el dolor enseguida era reanimada.

Jornada 9. La Ira de Dios (y 208)


-Les diré que me quedo aquí. Me inventaré algo. Además, por lo que sé sobre su misión no tardaremos en tenerles en las filas de luchadores del Señor. Es como si llevaran una diana en la espalda.

Tampoco le podía dejar suelto por el pueblo. Los zombis todavía rondaban por la zona. Y si tenían a alguien que les guiara… sería una masacre. Debía hacer algo. Y rápido.

-Entiendo su silencio. Está pensando cómo encajo en su plan. Tranquilo, tómese su tiempo. Yo me iré a despedir de mis… compañeros y luego volveré para que me lo cuente todo. Seguro que para entonces ya ha pensado en cómo puedo ser de utilidad.

Observó cómo salía de la iglesia. No podía alargar mucho más su decisión, ni seguirle el juego. Era demasiado peligroso y no tenía derecho a jugar con las vidas de otros de esa manera. Sólo veía una solución. Se levantó en busca de su mochila y rebuscó en ella. Nunca pensó que debería usar aquello… sacó la pistola de su funda y la cargó. No tenía más remedio.

El padre Díaz regresó contento y sonriente entrando triunfalmente en la iglesia y vanagloriándose voz en grito del espectáculo que había dado en la despedida de sus compañeros de viaje. No vio la pistola en la mano de Xavier hasta el último momento y no tuvo tiempo de reaccionar. Cuando Xavier le disparó, la cara de incredulidad que tenía le acompañó hasta caer al suelo sin creerse todavía que le hubieran disparado y que su aventura sirviendo a Dios pudiera acabar de esa manera tan estúpida y futil.