-El objetivo de los políticos siempre ha sido embolsarse la mayor cantidad de dinero posible –respondió Monty con tono indignado- Daba igual al partido que votaras, al final todos acababan robando impunemente y si les pillabas con las manos en la masa todavía se reían de ti. Su pensamiento era que revitalizando la isla se abrían nuevas puertas para conseguir ellos más dinero.
-¿Y qué tiene que ver eso con el recorte de derechos? –Preguntó Xavier extrañado.
-Mantener a los muertos y a los políticos cuesta dinero –le explicó amablemente Cati- Así que subieron todos los impuestos que pudieron, cerraron servicios esenciales como hospitales, o colegios. O los privatizaron. Los ciudadanos tenemos que pagar si nos ponemos enfermos por la ambulancia, por la visita al médico, por las medicinas que nos mandan… por no hablar de si nos tienen que hacer pruebas u hospitalizarnos.
-¿No hacen eso en los Estados Unidos? –Señaló Xavier.
-Pero nuestra Constitución dice que no deberíamos pagar por esos servicios dado que están incluidos en los impuestos que pagamos habitualmente –respondió Monty- El Estado cada mes se queda una parte de nuestros sueldos por duplicado para pagar esos servicios. El trabajador paga y la empresa para por cada trabajador que tiene también. Ahora nos retienen todavía más dinero pero a cambio… recibimos menos y peores servicios. Como se puede imaginar eso es completamente ilógico.
-Algo de razón lleva… aunque lo cierto es que nunca acabé de entender esa leyenda de que en España casi todos los servicios esenciales como la sanidad eran gratuitos. Eso sólo puedo llevar a un estado ruinoso.
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