Jornada 9. La Ira de Dios (147)


Tras unos minutos la radio volvió a cobrar vida.

-Parece que nos quedaremos aquí esta noche para hacer limpieza mañana –le informó Joan- Así podremos aprovechar las horas que estemos aquí para coordinarnos mejor. Y comenzar en cuando salga el sol. ¿Qué hará usted?

-Creo que iré hacia el ayuntamiento –respondió Xavier pensativo.

-Quédese a pasar aquí la noche –le interrumpió el dueño de la casa- Tenemos comida, y seguro que… los niños agradecen que esté aquí.

-Creo que sería más seguro que todos fuéramos al ayuntamiento –respondió Xavier- Estaremos más seguros.

-¿Está con personas? –Preguntó Joan al otro lado de la radio- Tal vez sería mejor que se quedara con ellos y mañana por la mañana vayamos a buscarle. Como usted ha dicho no sabemos lo que puede haber ahora por las calles.

Xavier se quedó en silencio durante un rato pensativo. Pudo ver la mirada asustada de los niños y suspiró.

-De acuerdo, me quedaré aquí a pasar la noche y esperaré vuestra llegada mañana –dijo resignado.