Su cerebro trató de decidir rápidamente qué hacer y decidió que la mejor estrategia era quitarse de en medio. Saltó por la barandilla aterrizando en medio de la escalera que había subido antes. Durante unos segundos creyó que perdería el equilibrio y caería rodando pero finalmente consiguió agarrarse a la barandilla y no caerse. Los zombis habían aprovechado esos momentos para moverse hacia la escalera.
Xavier pudo observar que uno de los zombis parecía ser un anciano y el otro era una mujer de mediana edad. Cuando iba a disparar para acabar con su miseria notó algo agarrándole el pelo y estirándolo. Con el rabillo del ojo vio que era un tercer zombi, una mujer anciana pero que por la fuerza con la que le estiraba el pelo no lo parecía. Tuvo que agacharse con todas sus fuerzas y perder un trozo de pelo para deshacerse de la presa de su tercer atacante.
Con rapidez disparó su escopeta a las piernas del zombi que estaba al final de la escalera, la fuerza del impacto destrozó una de ellas haciendo que se tambaleara y cayera al suelo pero no por la escalera, impidiendo a sus compañeros avanzar y tratar de agarrarle. Xavier se tomó un respiro para recargar la escopeta.
Decidió acabar primero con el zombi al que le había destrozado la pierna de la manera más limpia posible. Si eso era posible. A continuación con el otro zombi que había a su lado y finalmente con el de la anciana que se acercaba a su posición lentamente mientras acababa con los que seguramente eran miembros de su familia.
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