Respiró hondo, cogió su escopeta y su mochila que siempre tenía a mano y se dirigió al grupo ahí reunido.
-Personalmente creo que sólo deberían ir los que quieran arriesgar su vida –dijo mientras comprobaba la carga de su arma- Y creo que ustedes los españoles con sus dichos populares lo dejaron bien claro en algo sobre barbas del vecino que había que remojar o algo así.
Alguno de los presentes no pudo evitar soltar una carcajada ahogada al escuchar a Xavier parafraseando muy mal pero nadie dijo nada en principio. Fue Pere el que tomo la iniciativa pasados unos segundos.