-Papi, papi, has vuelto –dijo la pequeña cosa que Xavier identificó como una niña- ¿Me has traído un regalo?
Joan cogió a su atacante y la sostuvo con sus brazos. En pocos segundos el resto de su familia estaba en el recibidor y Xavier pudo observar al fondo a una mujer que parecía respirar aliviada y con una escopeta en la mano.
-Esta pequeña es Cati –le dijo Joan- La más pequeña pero a la vez la más peligrosa.
-No soy pequeña, ya tengo seis años –le corrigió Cati sacándole la lengua.
-Familia, éste es el padre Xavier, estaba en el santuario y se dirige a Palma –dijo a modo de presentación a su familia de la nueva cara- Es un cazador de zombis.
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