Jornada 9. La Ira de Dios (72)


-Supongo que nunca lo sabremos –dijo Xavier mirando disimuladamente al prior.

Pero bueno, lo que le decía. Los jóvenes de ahora se pasan el día conectados a Internet y jugando con las consolas –continuó con cierto tono amargo en su voz Joan- Seguramente si no fuera por los zombis no pasarían tanto tiempo en casa y estarían en la calle jugando con sus amigos. Seguro que sería todo muy diferente.

¿Y ahora qué planes tienen? –Preguntó Xavier con curiosidad.

-Traeremos a nuestras familias, y nos volveremos a organizar –le explicó Joan- Montaremos campos de cultivos, traeremos a los animales y nos organizaremos para vigilar los alrededores. Con las nuevas tecnologías ahora será más sencillo que hace dos décadas. O eso espero. Confío en que la cosa no se alargue tanto como la otra vez.

Joan suspiró y miró al techo del comedor mientras encendía un cigarrillo y pasaba la cajetilla y el encendedor al resto de comensales.