Firmas en el X Salón de Zaragoza


Del 16 al 18 de diciembre de 2011 el autor del blog de Apocalipsis Island, JD, estará en el stand de Dolmen en el X Salón del Cómic de Zaragoza.

Podéis llevar vuestros ejemplares de Apocalisis Island: Orígenes para que os los dedique y firme o comprar el ejemplar ahí mismo cosa que le pondrá muy contento.

Eso sí, no le pregunteis por la próxima novela de Vicente García dado que le hemos instalado un chip en la cabeza para que no revele secretos sobre la misma.

Se ruega no tirarle comida ni meter los dedos entre las rejas a riesgo de perderlos.

Os esperamos a todos.

Jornada 9. La Ira de Dios (67)


-Vale, la policía Nacional tiene jurisdicción sobre todo el estado –resumió Xavier- La local sobre las ciudades, y la autonómica sobre… las autonomías, ¿y la Guardia Civil?

-Es parte del ejército. Se rige por sus leyes militares y sus rangos –le trató de explicar Joan- Tiene jurisdicción también sobre todo el territorio nacional, pero se centra más en pueblos o poblaciones sin cuerpos de seguridad propios o que no se pueden permitir albergar policía nacional. Además, controlan todo lo que no son ciudades o pueblos. Carreteras, caminos, montes, etc.

-No me aclaro –dijo sinceramente Xavier- Parece todo muy lioso.

-¿Sabe qué? Mejor no pregunte –sugirió con una sonrisa Joan- Es uno de esos misterios que más vale no remover.

-¿Qué harán ahora? –Preguntó el prior tratando de cambiar de tema de conversación.

-Volveremos al pueblo y traeremos a nuestras familias –respondió Joan- Así que tendremos que salir de inmediato para llegar a casa antes de que anochezca.

Jornada 9. La Ira de Dios (66)


-¿El ministerio de Defensa controla a la policía? –Preguntó confuso Xavier.

-No, no, no, la Guardia Civil es un cuerpo militar –le trató de explicar Joan.

-Pero son policías –dijo Xavier- Les he visto de vez en cuando.

-Como se lo explicaría –comenzó el prior pensativo- La policía Nacional es un cuerpo formado por civiles que tiene jurisdicción en todo el territorio español. Luego está la policía local que las ciudades que se lo pueden permitir tienen y sirve de apoyo y ayuda a la Nacional pero sólo puede intervenir en sus ciudades. También hay comunidades autónomas que tienen su propia policía que tratan de que sustituya a la Nacional pero que sólo tiene poder dentro de su comunidad.

-¿Comunidad autónoma? –Preguntó más confuso Xavier.

-Sí… a ver… ¿sabe los Estados Unidos de América? –Preguntó el prior. Xavier asintió- Vale, España se divide en comunidades autónomas que son, grosso modo, como estados. Pero como Estados Unidos de Europa no gustaba se llamó España. Es una cosa algo extraña si le digo la verdad.

Jornada 9. La Ira de Dios (65)


El prior asintió como si supiera de lo que estaban hablando.

-Bueno, si no le importa prior nos gustaría traer aquí a nuestras familias –continuó Joan- Y establecernos hasta que la cosa se calme un poco si a usted le parece bien.

-Seréis bienvenidos como siempre –respondió el prior sonriendo amigablemente- He hablado con la Guardia Civil y con Protección Civil; los primeros nos mandarán algunos hombres y los segundos establecerán un puesto permanente, un hospital de campaña.

-¿Ha podido saber algo más de la situación? –Preguntó Xavier- ¿Le han contado cuándo intervendrá el ejército?

-Si le digo la verdad lo que me han dicho me ha parecido extraño –le explicó el prior- Al parecer el ministerio de Defensa les ha ordenado vigilar que nadie entre o salga de la ciudad. Pero que a la vez no entren en combate con los zombis.

-Estarán tratando de contener la infección –asumió Joan.

-Pues no han hecho muy buen trabajo –señaló Xavier- Pero no tiene lógica. Los zombis contra los que nos hemos enfrentado no eran de Palma, y la infección no ha podido viajar tan rápida.

-Eso les he tratado de explicar –dijo el prior- Que teníamos zombis en la zona. Pero al parecer les han insistido que no presten ayuda. Y somos una excepción por ser un santuario.

Jornada 9. La Ira de Dios (64)


-Lo dudo mucho –respondió Xavier negando con la cabeza- Mi vida es muy aburrida, y no tiene nada de extraordinaria. Al igual que usted sólo soy un servidor de Dios a su servicio.

-Que lleva una escopeta y es conocido como el cazador de zombis –señaló el prior.

Xavier no dijo nada. Aquel hombre era demasiado generoso. Y él no se sentía con ganas de escuchar buenas palabras. No tenía ánimos para ello. Por suerte para él el grupo que había venido a su rescate en la calzada ahora volvía a rescatarle con su regreso. Estaban sonriendo y parecía que intercambiando momentos de su caza. Al verles se dirigieron hacia ellos.

-Ya no quedan zombis por la zona –dijo uno de ellos- Pero por si acaso hemos dejado varios hombres vigilando la zona.

-Su llegada ha sido proverbial –señaló Xavier- Me han salvado la vida.

-Siento lo de su compañero –se adelantó Joan- Si hubiéramos llegado antes…

Xavier negó con la cabeza.

-Han llegado cuando han podido que es lo importante.

-Sí, eso es cierto –respondió Joan- Habríamos llegado antes pero no nos hemos atrevido a coger los coches y venir aquí de noche así que salimos andando.

-¿Andando? –Preguntó con sorpresa Xavier.

-Ya le dije que teníamos experiencia con esas bestias del demonio –señaló Joan- Y sabemos movernos mejor de noche andando que en coche. Por estos caminos coger el coche de noche es un atrevimiento. Nunca sabes lo que te puede salir del bosque de repente y sin tiempo de reacción.

Firmas en Gotham Comics


El viernes 25 de noviembre a partir de las 19.00 el escritor anteriormente conocido como JD estará firmando en la librería Gotham Comics de Palma de Mallorca con motivo del Día de las Librerías. Podeis traer vuestro ejemplar de Apocalipsis Island: Orígenes o comprarlo en la librería con un 5% de descuento.

Se ruega no tirarle comida ni meter los dedos entre las rejas a riesgo de perderlos.

Jornada 9. La Ira de Dios (63)


-Estas cosas pasan –respondió el prior apartándose a un lado.

-No, me refiero a lo que he dicho antes –le rectificó Xavier- No he pensado que Miguel formaba parte de su congregación y que debía de estar pasándolo mal usted también. He sido injusto y me he dejado llevar por mi egoísmo.

El prior guardó silencio durante unos instantes.

-Si Jesús perdonó a sus torturadores yo no puedo ser menos –dijo finalmente dándole una palmada en el hombro- Además, parte de lo que decía era cierto. Tal vez en nuestro afán por encontrar a Dios tratamos de situarle en todas partes y perdemos la perspectiva de que Él siempre está en todos nosotros.

Xavier sonrió débilmente.

-Si todo el mundo fuera como usted seguramente no habría perdido mi collar –dijo amargamente- Pero, como usted dice, a lo mejor el Señor no quería que estuviera encerrado en una iglesia. Y ahora vuelvo a tener una misión… a pesar de los pesares.

-Todos tenemos una carga a cuestas con la que lidiar. Y la suya parece que no es sencilla. Abandonado y odiado por todo el mundo. Tal vez su historia sería igual de interesante que la que está escribiendo.

Jornada 9. La Ira de Dios (62)


Recogió su petate y la escopeta y salió al jardín. Durante unos instantes dudó sobre qué hacer. ¿Quedarse o irse? Parecía que había llegado ayuda por lo que sus servicios ya no eran necesarios en aquel lugar. Y debía llegar a Palma y tratar de encontrar a sus compañeros. Se sentía confuso. Tal vez había sido demasiado duro con el prior. Pero estaba frustrado. Había visto las desgracias que los zombis habían provocado a lo largo y ancho del mundo. Y ahora todo volvía a comenzar. Familias destrozadas, almas en pena vagando por las ciudades o por los campos sin que nadie pusiera fin a su sufrimiento… ¿Cómo podía nadie creer que Dios estaba detrás de todo aquel sufrimiento? Se había llegado a un punto en el que parecía que la sociedad insistía en no creer en Dios pero en culparle de todo lo malo que pasara. Era ridículo. Y ahí estaba él, después de haberse enfrentado a un grupo de esas criaturas y a punto de perder la vida, y parecía que a cambio de su salvación había sacrificado la de alguien más joven. Posiblemente debería volver para pedirle perdón al prior. Con el paso de los minutos se daba cuenta cada vez más de que había volcado su enfado con el pobre hombre que además había perdido a alguien de su congregación.

Bajó la cabeza resignado. Era lo correcto. Se giró y volvió a dirigirse a la iglesia. Justo cuando iba a entrar se tropezó con el prior que en aquel momento salía.

-Lo siento –dijo rápidamente Xavier.

Jornada 9. La Ira de Dios (61)


-Como su total aniquilación en un minuto –respondió Xavier poniéndose en pié y santiguándose de nuevo- No, Dios no resucitaría a TODOS los muertos. ¿Alguno de vez en cuando? ¿O salvarle la vida? Posiblemente. ¿Esta plaga? No, no es cosa de Dios. No es una prueba que nos ha puesto, ni su manera de decir que se ha cansado de nosotros. Dios está en todas partes. Pero no es el culpable. Yo soy el culpable de que Miguel muriera, por ser débil y dejar que me ayudara; por no vigilarle y estar atento. Los zombis también son culpables de su muerte. Y usted también lo es.

-¿Cómo dice? –Preguntó el prior indignado- ¿Cómo puede decir que yo tengo algo de culpa en su muerte?

-Usted fue el que le eligió para acompañarme –señaló Xavier- Podría haber elegido a alguien más mayor… más cobarde…

-Fue el destino –respondió el prior débilmente.

-Fue la mala suerte –insistió Xavier- Y ya estoy harto de que suceda.

-Pero usted no puede saber lo que va a pasar –señaló el prior tratando de apaciguar las cosas- No puede cargar con el peso del mundo. Todo sucede por algún motivo.

Xavier suspiró y se giró hacia la salida.

-Créame, no es así. He visto grandes horrores sin sentido llevados a cabo por la mano humana, y no había ningún motivo detrás de ellos –respondió para dar por acabada la conversación y dirigiéndose hacia la puerta.

Jornada 9. La Ira de Dios (60)


-Eso es lo que siempre me ha molestado –dijo Xavier- Esconderse detrás de Dios para todos lo que sucede.

-¿Acaso no es Dios el que decide nuestros destinos? –Preguntó algo sorprendido el prior.

-Dios nos dio libre albedrío –respondió Xavier- Y decir que él decide quién vive o muere, o que se caiga un avión, o que los muertos resucitan porque él lo ha querido es esconderse de la realidad. Estamos solos. Y Dios no ha tenido nada que ver con lo sucedido hoy con Miguel. Es como decir que los caminos del Señor son misteriosos. No lo son. Sólo que no queremos verlo. Necesitamos pensar que ese Ser Superior que nos creó interfiere con nuestras vidas constantemente.

El prior se puso en pie.

-¿Y qué me dice de los milagros? ¿Ahora dirá que se pueden explicar científicamente?

-¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? –Preguntó a su vez Xavier- Ocasionalmente ocurren milagros, sí. Pero eso no significa que Dios esté detrás de todo lo que nos pasa. Tal vez los milagros sean el modo que tiene nuestro Señor de decirnos que si quisiera interferir lo haría a lo grande.

-¿Cómo la resurrección de los muertos? –Preguntó el prior que parecía estar comenzando a perder la paciencia.