Durante las siguientes horas, Xavier estuvo preguntando al prior sobre el pasado y sus consecuencias, y apuntando las respuestas en su cuaderno con la paciencia del prior que trataba de responder a las preguntas sin entrar en comentarios personales. El sol se comenzaba a ocultar cuando fueron interrumpidos por la entrada de uno de los miembros de la congregación.
-Prior, es terrible –dijo de forma entrecortada y casi sin aliento- Los zombis… los zombis…
El prior miró pacientemente al recién llegado. Parecía que no era la primera vez que le interrumpían.
-Padre, respire hondo –dijo el prior tranquilamente sin levantarse- ¿Ya han vuelto a gastarle alguna broma?
-No prior –dijo apresuradamente el sacerdote- En la tele… los zombis…
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