-Me permitirá que la interrumpa querida, pero no hay nadie más en esta piscina –dijo Gerald abriendo sus brazos y señalando a su alrededor- Y si teme que esté grabando esta conversación puedo desnudarme y podemos tener nuestra charla en la piscina.
La cara de ‘sierra’ volvió a mostrar esa repugnancia anterior.
-Creo que voy a comenzar a ofenderme si sigue poniendo esa cara –señaló Gerald- Al menos trate de no mostrar tan claramente su aversión hacia mí. Puede tomarme de ejemplo, sin duda tiene un cuerpo espectacular pero hablar con usted me produce unas arcadas increíbles. Y no lo muestro abiertamente.
La mujer se puso de pie volviendo a desplegar su esplendoroso cuerpo.
-Tal vez me he equivocado. Seguramente esto ha sido un error –dijo ‘sierra’ que parecía dispuesta a dar la espalda a Gerald- Pero creía que estaría interesado en el paradero de su amiga, Mara.
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