Jornada 8. Gerald contra el mundo (11)


Jordi pensó en si valía la pena acercarse al edificio para buscar refugio, aunque sería complicado de defender por todo aquel cristal de que estaban compuestas sus ventanas. Pero a lo mejor sus dueños habían cambiado los cristales por unos reforzados a prueba de zombis.

Le sugirió las posibilidades a Gerald que negó con la cabeza.

-Demasiado peligroso –dijo Gerald señalando a sus sobrinos- Antes de pasar mis vacaciones en el hotel estudié ese complejo para ver si me compraba o alquilaba un piso; son unos antipáticos y unos racistas de cuidado- La única razón por la que me querían, aparte de mi dinero, era porque no era español ni sudamericano; ser extranjero les daba una sensación de aristocracia o algo así. Seguro que han ordenado disparar primero y rematar después.

-Pues como no vayamos a nado –dijo Jordi señalando el mar y la playa cercana- Claro que si tienes un barco podría venir a recogernos.

-Ya lo pensé pero la mar actual empujaría al barco contra las rocas –señaló Gerald mientras veía las olas chocar contra el rompeolas.

Jordi señaló una zona algo alejada de la playa que había a unos metros.

-Podríamos usar ese pequeño muelle. La gente lo usa para pescar. Y sino, pues vamos nadando hasta el barco que tampoco será tan complicado.

Gerald cogió su teléfono vía satélite que llevaba en la mochila, pulsó una serie de teclas y esperó a que alguien contestara al otro lado de la línea.

Deja un comentario

No hay comentarios aún.

Comments RSS TrackBack Identifier URI

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s