Parecía que no acababa de cerrar los ojos cuando alguien ya le estaba tratando de despertar. El comisario pensó en lo peor enseguida, los zombis habían entrado en la Torre. En teoría era algo completamente imposible, pero también lo era que se expandieran durante la gran plaga, o que resurgieran en Palma con la rapidez y eficacia que lo habían hecho, o que arrasaran con el castillo… y todo eso había pasado.
-Preguntan por radio por la persona al cargo –dijo un soldado alargando su radio- Y dado que el comandante no está presente hemos supuesto que era usted.
-¿Cuánto he dormido? –Preguntó el comisario cogiendo la radio.
-Un par de horas –respondió el soldado alejándose al trote.
-Soy el comisario Montejano –dijo carraspeando un poco, notaba su garganta seca.
-Le habla el teniente Ibáñez, persona al cargo del rescate. Necesitaría que me pusiera al día. Sabemos que los zombis han entrado en el castillo, ¿dónde está el oficial al cargo del destacamento y cuántos civiles quedan? ¿Dónde están situados y cuál es su situación?
El comisario buscó a su alrededor la cantimplora que había cogido y llenado con agua del aljibe de la torre. Le dio un trago mientras pensaba en cómo manejar la situación.
-El comandante Bonet está desaparecido –dijo el comisario sin mentir realmente- No le he visto desde que los zombis entraron en el castillo. Los supervivientes nos hemos refugiado en la Torre del Homenaje. Hemos conseguido destruir el puente que unía el castillo con la torre, por lo que, en teoría, los zombis no pueden entrar. Pero nosotros tampoco podemos salir. Dentro de la torre quedamos policías, soldados y algunos civiles.
Pensó que era mejor no decir que los civiles eran periodistas. Cuántas menos excusas diera para ser rescatados mejor. En ese momento pensó en qué pasaría si el cobarde de Bonet se había puesto en contacto con el mando para informar de que había dejado el castillo y que sólo quedaban civiles en el mismo que no debían ser rescatados… Un escalofrío le recorrió la espina dorsal.
-Deben cerrar todas las ventanas y no asomarse al exterior hasta nuevo aviso. Escuchen lo que escuchen y pase lo que pase. Y si comienza a gotear algún tipo de líquido eviten que se ponga en contacto con la piel humana y traten de tapar la gotera.