Habían cumplido con su misión pero… ¿y ahora qué? Aquellos zombis eran un peligro. Mientras Alex vigilaba y disparaba de vez en cuando entre los árboles a los zombis que se acercaban el sargento volvía por el camino que habían cogido antes. La zona se estaba llenando de muertos vivientes y debían retroceder antes de ser rodeados.
-¿Y ahora qué? –Preguntó el sargento mientras conducía el vehículo.
-Debemos salvar a los supervivientes como sea –dijo Alex girando la ametralladora circularmente- Debemos pedir ayuda al ejército para que limpie la zona.
-Puedes esperar sentado –dijo el sargento- Ya has visto lo que ha hecho Bonet cuando las cosas se han puesto feas.
-Deberemos ofrecerles un objetivo para que vengan –dijo Alex disparando otra ráfaga.
-Pues como no llames a Ibáñez para decirle dónde estamos me parece a mí que… -el sargento se quedó en silencio- No, no has escuchado lo que he dicho.
-Sí, lo he escuchado –dijo Alex- Y podría funcionar. Claro que no podemos llamarle directamente… debemos ser sutiles… Hacerle creer que le estaremos esperando sentados.
-Vázquez –dijo de repente el sargento- Si alguien puede convencer a Ibáñez de que venga es él. Y con suerte mandará también tropas de aquí al lado.
Alex sintonizó de nuevo la radio y se puso a hablar a través de la misma.
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