-La cuestión es qué hacemos a partir de ahora –dijo Castillo mientras comenzaba a recoger la mesa- No tengo intención de quedarme en mi casa encerrado viendo cómo la ciudad se va al infierno.
-Pues poco podrás hacer –respondió Vázquez tratando de comer lo máximo posible antes de que Castillo se lo quitara todo- Tú solo contra una ciudad llena de zombis y militares que tendrán órdenes de disparar a matar si te ven.
-Seguro que la policía ha montado un cuartel temporal –dijo Castillo- Sólo tengo que saber dónde y llegar hasta ahí.
-¿Y no tratarán de matarte? –Preguntó Escobar.
-Si el comisario Montejano está vivo, y seguro que lo está –respondió convencido Castillo- no se creerá la mierda que le cuenten los militares. Me conoce demasiado bien. Una vez contacte con él ya veré qué hago. Pero seguro que su intención es tratar de matar a todos los zombis que han invadido la ciudad. Con o sin ayuda.
-Pues buena suerte –dijo Vázquez- Creo que acabareis todos muertos.