-Pues sí que debió ir mal la operación o lo que fuera que le hizo el buen doctor –dijo Roberts algo alarmado ante la frialdad de la respuesta de su captora.
-Si hubiera hecho sus deberes sabría el motivo –señaló Mara- O no. La gente tiene tendencia a creer al buen doctor, como usted le llama.
-¿Puedo sugerir que a lo mejor necesite ayuda psicológica? –dijo tímidamente Roberts- A lo mejor culpa al mundo por algo que no es tan grave.
-Creo que matar a Doc será una buena ayuda –respondió Mara, que seguía hablando casualmente con Roberts, era la mejor manera de pasar desapercibida y que cualquier espectador pudiera creer que estaban teniendo una conversación amistosa- Me ayudará a avanzar en mi vida.
-Y supongo que llevarlo ante los tribunales no es una opción –siguió hablando Roberts tratando de encontrar una salida no violenta a todo el asunto.
-No cuando los jueces están corrompidos –respondió amargamente Mara.
-Si el doctor es un militar o está implicado en un incidente militar le puedo asegurar que nuestros tribunales no son tan… bueno, ya me entiende.
-Sus superiores seguirían las órdenes que les marcaran –respondió Mara- Y las órdenes son que no se puede tocar al buen doctor. Tiene inmunidad para hacer lo que quiera. Dígame, ¿ha tratado con él? ¿Sabe lo que está haciendo a bordo?
-No he tratado con él demasiado realmente –respondió Roberts tratando de controlar la información que le daba a esa desconocida- Creo que está aquí dirigiendo y estudiando los resultados de algún experimento.
Deja un comentario
No hay comentarios aún.
Deja una respuesta