Afortunadamente el mar estaba en calma así como el fondo marino. Lo cierto es que la única vida que podía observar era la que le iba marcando la pantalla de la máscara: grupos de peces iban y venían de un lado para otro pero se desviaban rápidamente cuando notaban su presencia. Cuando llevaba recorrido un tercio del camino las cosas comenzaron a ir mal, el dispositivo GPS se apagó. No es que dejara de funcionar, simplemente dejó de proporcionar información, ¿Cómo podía ser posible? No creía que fuera por perder la señal o estar fuera de la cobertura dado que los GPS’s decían que llegaban a todas partes, y no creía que estar bajo el mar fuera un problema, al menos para los submarinos no lo era. Pero sin embargo, y a pesar de que no podía hacer demasiado comprobó un par de veces el dispositivo, lo reseteo, lo trató de cambiar de satélites pero no hubo manera. Había perdido la señal que le indicaba en todo momento dónde estaba.
Mala señal, pensó Mara mientras pensaba qué hacer en el fondo del mar. Lo lógico hubiera sido volver, no tenía referencias claras para llegar a su destino, pero sin embargo… no podía perder esa oportunidad, ¿y si Doc se marchaba al día siguiente? Igualmente dudaba que la gente en el portaaviones estuviera tan relajaba siendo la víspera de Reyes, seguramente habría algún nostálgico por no poder estar con sus hijos celebrando esa festividad, alejados de casa… aunque los anglosajones no la celebraran como ellos no dejaba de ser período postnavideño. Era el momento idóneo, el momento en el que el GPS había decidido dejar de funcionar.
Fue cuando a Mara se le pasó por la cabeza otra idea, ¿y si no había sido casualidad? Recordaba que en otra ocasión ya había pasado otra cosa parecida, fallo completo de las comunicaciones… sabotajes… y, al fin y al cabo, los satélites GPS seguían siendo un proyecto militar así que no debería ser muy complicado oscurecer una zona si así lo deseaban. Pero, ¿con qué fin? No debía de ser para desorientarla, ¿para qué hacer eso? Si sabían que venía simplemente podían capturarla y ahorrarse esa medida que podía afectar a toda la zona… o tal vez… o tal vez el experimento de Doc había comenzado. Si los satélites fallaban seguramente también las comunicaciones, ¿dejar ciega a la isla? Tenía sentido, con el paso del tiempo la gente se había vuelto más dependienta de los dispositivos de posicionamiento y no salían a comprar el periódico sin un aparato que les indicara la mejor ruta.
¿Qué debía de estar pasando en la isla? ¿Estaría pasando algo o sería sólo su paranoia? Debía de dejar de pensar en esas cosas. Tenía otros problemas, como el tomar una decisión. Volver o quedarse.