Jornada 05. Cabalgata de muertos II (22)


-¿No lo entiendes? Para protegerse –dijo Gerald haciendo grandes aspavientos-. Esa zona contiene los palacetes de los ricos de la ciudad, y a los políticos que nos manipulan… se han aislado en cuando han visto el peligro y lo que les pase a los demás no les importa mientras ellos sigan vivos. Si mi suposición es correcta el ayuntamiento, el parlamento, seguramente toda la zona del Jardín del Rey y la Almudaina estará aislada. Protegida por policías y militares. Y si no recuerdo mal esa zona tiene sus restaurantes abastecidos por almacenes propios creados tras el desastre del 85, así que no se morirán de hambre. Aparte de tener acceso al mar… todo si no estoy equivocado.

-Pero eso es… mezquino –señaló ingenuamente Jordi que no dejaba de vigilar la calle.

-¿Y cómo te crees que hemos llegado a esta situación? –Preguntó Gerald-. Una sociedad casi fascista, en la que la corrupción está a la orden del día y se señala a los políticos honrados como una lacra. Donde la religión toma más decisiones que el ciudadano. ¿O cómo te crees que la ciudad ha acabado infectada de zombis? ¿O por qué nos han abandonado los del ejército? Porque no les importamos y saben que sus actos no tendrán consecuencias.

-Estás planteando como si lo de los zombis hubiera sido planeado –señaló Jordi entre intranquilo e incrédulo.

-Te aseguro que no sería la primera vez –respondió Gerald que no dejaba de vigilar a sus sobrinos-. El ejército no se ha retirado por casualidad o por no poder contra esos zombis. Hay algo detrás de todo esto. No sé el qué. Y no creo que nunca salga a la luz.