Jornada 11. El final del principio III (XII)


El padre Xavier suspiró pensativo sin decir nada al principio. Le dio vueltas al asunto durante unos minutos. Estaba claro que no iba a hacer cambiar de idea a Mara, pero le venía a la mente el dicho de que el camino hacia el infierno estaba pavimentado de buenas intenciones. Finalmente se unió al grupo que se había formado alrededor de uno de los vehículos.

-¿Cuál es el plan? –intervino el sacerdote interrumpiendo el intercambio de historias que se estaba llevando a cabo entre los reunidos.

-Ir al castillo –comenzó Mara, haciendo una breve pausa al darse cuenta de que las personas a su alrededor no sabían a qué se estaba refiriendo-. El castillo es un refugio en el que vive un grupo de personas con la idea de resistir allí hasta que esta plaga pase. Ahí es donde se encuentra Doc, el cabrón que se cargó la ciudad después de cansarse de jugar con ella. Y tiene unas mazmorras muy hermosas, con muros muy gruesos de piedra… y todavía conservan en perfecto estado diversas herramientas de tortura.

Mara observó cómo le cambiaba la cara a Sam.

-¿El castillo? ¿El que está dirigido por G, el informático? –preguntó alarmada Sam.

Mara asintió con sorpresa.

-Joder… yo conozco a ese Doc tuyo… -dijo entre asombrada y enfadada Sam-. Estaba en el comité de recepción cuando G estaba al cargo de la base… antes de que el general volviera. Y ya le cayó mal desde el principio a Henry. Al parecer Doc no era un fan de la ciencia ficción.

Mara no salía de su asombro y se mantenía en silencio escuchando. Finalmente, y todavía visiblemente alterada consiguió hablar.

-¿Cómo es posible que conozcáis a Gerald? –preguntó Mara asombrada.

-Henry había servido en esta base bajo las órdenes del general –le explicó Sam- así que cuando las cosas se pusieron feas nos avisó y después de salir huyendo de la invasión y estar unas semanas en un refugio de caza decidimos probar suerte en la base.

>>No esperábamos encontrarnos con nadie. Pero al parecer Gerald había conseguido los códigos de la base para acceder a la mayoría de edificios. Al principio Henry no confiaba en Gerald, dado que no sabía sus motivos para hacerse con la base. Pero con el tiempo ambos hicieron migas y comenzaron a planear el futuro. Sabiendo que no era adecuado usar la base como refugio principal.

Mara asintió con la cabeza.

-Una base militar es una pieza codiciada en tiempos de Apocalipsis, sobre todo para los saqueadores, un lugar donde conseguir armas, munición, comida…

Sam asintió.

-Ellos llegaron a la misma conclusión, así que comenzaron a buscar un refugio más adecuado para asentar una colonia de supervivientes. Y así encontraron el castillo. Un lugar remoto, poco conocido, de difícil acceso, pero que podría permitir a la gente vivir y re-hacer sus vidas.