-Ahora me llaman Doc a secas –respondió el susodicho a la voz al otro lado del teléfono.
-Nos tenía preocupados Doc –dijo la voz enfatizando en el apodo con tono divertido-. Ha estado meses sin dar señales de vida.
-Y por eso han enviado a un estúpido que se ha dejado coger, comer y a punto ha estado de costarme la vida y mi tapadera.
-Oh –dijo la voz al otro lado tratando de disimular un falso tono de preocupación y desdicha-, así que contactó con su grupo y está muerto, ¿puede darme más detalles?
-Nuestro trato era claro –dijo claramente molesto Doc-, nada de interferencias en esta zona. Es mía para investigar los efectos de los zombies en los seres humanos.
-Sigo sin entender para qué es necesario ese… estudio suyo Doc –dijo sarcásticamente la voz-. ¿A quién le preocupa un puñado de supervivientes? Tenemos problemas más graves que resolver.
-Los zombies, los zombies, los zombies –repitió Doc cansino- Los zombies no son un problema real. Se les dispara a la cabeza y listos. O se usan bombas como hicimos en aquella ciudad. O una maldita bomba de hidrógeno. Seguro que si la hubiéramos usado, ahora podríamos estar volviendo a nuestras ciudades.
-Un poco extremo Doc –replicó la voz al otro lado-, nos debemos a nuestros… clientes. Y no creo que les guste que contaminemos sus ciudades, sus campos, sus instalaciones.
– ¿Tan complicado es diseñar un virus para acabar con los zombies? –preguntó Doc impaciente- Todo su movimiento se basa en el cerebro, basta con encontrar un virus que ataque el cerebro y la parte que reanima a los zombies, se aplica a nivel global y problema resuelto.
-¿Y los seres humanos vivos? –preguntó la voz divertida-. Parece no querer tenerlos en cuenta. Ya sé que para usted son una molestia pero… tenga un poco de corazón.
-Los seres humanos vivos son un mal necesario. Como nuestros…. Aliados –respondió Doc- Pero, de verdad, un virus diseñado para distinguir entre un cerebro vivo y uno muerto. Los zombies son carne muerta ambulante. Con todos sus medios no debe de ser complicado. De hecho… estoy seguro que tienen algo en ciernes…
La voz al otro lado soltó una larga carcajada.
-Tiene toda la razón, estamos haciendo las pruebas actualmente. El mayor problema fue que distinguiera entre tejido vivo o muerto en… bueno… pacientes especiales. Tenga en cuenta que los seres humanos en realidad estamos soltando tejido muerto constantemente. Pero… me complace decirle que las pruebas iniciales parecen satisfactorias.
-Por eso es necesario mi estudio –replicó Doc- ¿Qué sucedería si vuelve a pasar? Necesitamos datos para un próximo cataclismo. Saber cómo se comportan los seres humanos. Para prepararnos. Para tener ideas que no se nos puedan haber ocurrido. Para tener un manual de supervivencia zombie para nuestros clientes si les pilla sin preparación. Todo esto nos servirá para preparar las instalaciones y ciudades para una segunda venida de no-muertos.
-Da por sentado que esto volverá a ocurrir antes incluso de que lo hayamos arreglado.
-Dejemos de discutir por un momento de todo ese tema. No es el motivo para el que le he llamado. Quiero que mande un equipo para matar a la capitana Grumpy de una vez por todas.