-Por supuesto -respondió Gerald-, pero que estén muertos y se muevan no significa que la naturaleza no siga su curso, los zombies no son seres inmortales que si les dejas viven para siempre, su cuerpo sigue siendo… de carne y hueso, si le arrancas un brazo, no le crece otro, vale, no se muere desangrado ni nada por el estilo, lo cual no deja de ser una ventaja, pero aparte de eso…
-¿No sería mejor quemarlos? -preguntó otro.
-Claro, hombre –dijo Gerald algo molesto porque dudaran de sus consejos, parecían niños pequeños-, y de paso indicamos a 100 kilómetros a la redonda que estamos aquí y que por favor se pasen a visitarnos.
Gerald no dio tiempo a más preguntas, se alejó del grupo y volvió al laboratorio donde Doc parecía hacer inventario de lo que ahí había. Se acercó al paciente que estaba al otro lado del cristal y le señaló:
-¿Cómo está tu paciente, doc?
Doc miró los monitores para asegurarse:
-Sus signos vitales están cayendo poco a poco, al igual que su temperatura corporal; le he dado antibióticos pero no estoy seguro de lo que le está pasando.
-Se está convirtiendo -dijo Gerald-, las mordeduras de esas cosas son mortales, al menos por lo que sé, así que no esperes un milagro.
-A lo mejor tenías razón -dijo Doc algo alicaído-. lo mejor sería matarle.
-Me temo que perdiste esa oportunidad Doc, no vamos a matarlo –dijo Gerald sonriendo.